CryptoPeriodismo

Manual ilustrado para periodistas

Prólogo: Una brújula para periodistas, por Andrés D´Alessandro (*)

La ficción, qué duda cabe, se anticipó de manera profética innumerables veces a la realidad. Y no sólo en lo que se refiere a cuestiones tecnológicas o científicas, sino también (y más bien) a aspectos sociológicos y filosóficos. 1984, la fantástica novela distópica que publicó George Orwell en 1949, debe ser uno de los textos más citados y divulgados de la historia contemporánea. Por la academia y por la calle; en sesudas tesis universitarias y también en anodinos paneles televisivos.

A pesar de que Orwell habló de telepantallas y jamás imaginó algo parecido a una red de redes (ese mérito en la ficción podríamos adjudicárselo a Murray Leinster, Fredric Brown, Isaac Asimov o William Gibson), con su nihilismo y desencanto logró predecir algunas de las características más riesgosas que configura Internet: su ubicuidad y omnipresencia (¿policial?).

Esa mirada paranoide es también la primera sensación que despiertan ya desde la Introducción Nelson Fernández y Pablo Mancini cuando explican porqué y para qué hacer un Manual Ilustrado de CryptoPeriodismo. (“Si algo es fácil actualmente es monitorear y espiar las actividades de un periodista”, nos alarman). Pero, por suerte para el lector, su mirada no se agota en el pesimismo inicial cuando describen con información y sin mitología la militarización de la Red en el mundo y cómo nos espían en la Argentina, temas que deberían (preo)ocuparnos más a periodistas, blogueros, defensores de derechos humanos, abogados, intelectuales, políticos, académicos, etc.

Internet, las redes sociales y las herramientas digitales son aliados fundamentales para la tarea profesional de los periodistas. Trabajemos en el formato que trabajemos, medios tradicionales o nuevos medios, el ecosistema digital nos sorprende cada día con novedades y nuevas posibilidades.

Sin embargo, los periodistas tenemos la obligación de ser conscientes de los riesgos crecientes que también aparecen en el horizonte con el uso de las nuevas tecnologías digitales. En eso se basan los autores del Manual para convencernos de que periodistas y medios debemos adaptarnos a esta nueva realidad sin volvernos (tan) paranoicos.

Por la lógica y los procedimientos profesionales que se involucran en nuestra tarea, y por los valores éticos y la responsabilidad social que implica en la relación que tenemos con los ciudadanos en un sistema democrático, los periodistas debemos necesariamente conocer y asumir como parte de nuestra actividad cotidiana los nuevos peligros a los que nos exponemos. Peligros que directa y/o indirectamente pueden afectar tanto a la materia prima con la que trabajamos, la información, las fuentes, los documentos, así como a nuestra reputación y a la de los medios en los que trabajamos, y a nuestros colegas.

En la paranoia orwelliana cualquier sonido o movimiento de los habitantes de “Oceanía” era registrado y escuchado por la Policía del Pensamiento, y luego ese “hilo informativo” permitía a los funcionarios del Partido Único apresar, torturar y doblegar moralmente a los díscolos o rebeldes como Winston Smith, para que, traicionados y derrotados, acepten la “verdad” impuesta por el Gran Hermano.

Para vencer esa persecución permanente, dice Orwell casi al comienzo de su novela, los “proles” tenían que vivir con la seguridad de que todos sus movimientos serían observados, y con la certeza de que ese hábito finalmente se terminaba convirtiendo casi en un instinto de supervivencia.

Este Manual es una brújula, que permite señalar en varias direcciones los hábitos que deberíamos asumir los periodistas como seguras salidas al laberinto que presenta el uso (y abuso) de la tecnología, seamos expertos o ignaros. Con sutiles diferencias respecto del mundo que pinta Orwell, pero con la presencia de ciertos mecanismos perfeccionados de control y espionaje que hubiesen asustado aún más al autor inglés.

Asuntos casi siempre complejos como generar contraseñas seguras, gestionar claves, armar sistemas de correos no vinculantes, encriptar el contenido de los chats y de los discos, anonimizar el uso de Internet, asegurar el uso de los teléfonos celulares, etc. aparecen explicadas paso a paso en el Manual de CryptoPeriodismo e ilustradas de una manera didáctica y comprensible, aplicable para periodistas de todo el mundo.

Mancini y Fernández, especialistas en el tema, ofrecen con amplia generosidad toda su experiencia, claves, pistas, atajos, vericuetos y soluciones para que periodistas y medios de todas las latitudes entendamos y nos adaptemos a esta nueva realidad.

(*) Andrés D´Alessandro.
Director Ejecutivo del Foro de Periodismo Argentino (Fopea.org).
Licenciado en Ciencias de la Comunicación (UBA).